Reyes, Corsarios y Piratas
Aunque siempre se suele mencionar reyes y piratas, en realidad eran reyes y corsarios quienes contaban con la protección real.
Esta asociación hacía que los corsarios obtuvieran protección y se pudiesen aprovisionar e incluso en ocasiones que tuvieran casi la consideración de marina real. Si bien, muchas veces el corso y la piratería a penas se diferenciaba la una de la otra por una línea muy fina.
Los reyes se beneficiaban de parte del botín y muchos reyes trataban a sus corsarios destacados como auténticos héroes.
Reyes ingleses destacaron como Enrique III que en el siglo XIII concedió las primeras patentes de corso. Isabel I lo fomentó en el siglo XVI y su apoyo al famoso Francis Drake le supuso grandes riquezas.
En el siglo XVIII el rey Jorge III se hizo famosos con su reparto de patentes de corso.
Los reyes gracias a los corsarios lograron tantas riquezas, que no
dudaron en recompensar a los más destacados con títulos tan importantes como el
de Lord y hacerles sus correspondientes homenajes.