Reclutamientos forzosos en los puertos ingleses
La dureza de la vida marina y los muchos peligros
de la vida en el mar resultaba en la escasez de los marinos para tripular y
mantener los barcos. La armada inglesa solucionó este problema muy pronto con
el rapto forzoso de jóvenes en los puertos de mar. De esta forma, muchos
jóvenes se convirtieron en marinos por el descuido de una noche de juerga en
las tabernas de los puertos. En otras
ocasiones la gente que vivía bajo los abusos de los nobles en el campo y en
duras condiciones de vida, veía en el mar una salida a sus problemas. Sin embargo, las condiciones que encontraron
en estos barcos: falta de libertad, castigos constantes, alimentación mala y
escasa, hacían pensar continuamente en huir y cambiar de vida. Por ello muchos
se convirtieron en piratas al ver las ventajas de esa vida. Los piratas
conocedores de toda esta situación, al apoderarse de un barco, reclutaban entre
su tripulación a los marinos más fuertes y capaces, para reemplazar sus bajas
en los abordajes.